martes, 29 de diciembre de 2009

NAV.IDEANDO...


El otro día puse el Belén en casa (de mis padres). No me considero más cristiana por ello, ni más navideña, pero la verdad es que lo prefiero al árbol, igual que prefiero los Reyes a Papá Noel.

De pequeña, en mi casa sólo se ponía el árbol, siempre insistía a mi madre para que lo pusiéramos apenas entraba Diciembre (¡qué adelantá!) y ahora es ella la que tiene que tirar de mí para que arranque y lo ponga. Sólo poníamos el árbol. El ritual del Belén lo vivía en casa de mi tía Mercedes. Recuerdo que tenían figuras y figuras del nacimiento. Y el modus operandi era siempre el mismo: íbamos a buscar musgo (si ese año había llovido), y a por piedrecitas, matojos, y cualquier palito que pudiéramos aprovechar para el atrezo. Después, todo era diseño. Las montañas, hechas con papel de saco del pienso de los animales de mi tío Paco; el río, por supuesto de papel de aluminio; la cueva, tres piedras enormes dispuestas a modo de dolmen; y ¡cómo no!, alguna que otra desproporcionalidad evidente del tipo "¿Por qué la gallina es más grande que San José?", "¿por qué las puertas de las casas son más pequeñas que los habitantes de Belén?"o "¿por qué espolvoreamos harina, si vivían en un desierto?"...¡Todo un momentazo navideño!

Hace relativamente poco tiempo que pongo el nacimiento en casa, pero he de decir que aunque me da pereza, es como volver a la infancia.

Este año, llegué, me fui a por tierra _porque mi Belén es de albero, en el desierto no nieva_ y mi padre me acompañó (este paternalismo ayudó aún más a sentir algo de morriña). Cuando echamos a andar por delante de mi casa me di cuenta de que hacía años que no cruzaba a pie esa carretera y recorría ese camino (añísimos, diría yo). Al momento, empezaron a ladrar los perros del vecino a escasos metros, en los corrales. Todo era tan conocido para mí,... y hacía tanto tiempo que no lo vivía. Entonces de pronto, empezó a llover, mi padre seguía inmerso en una conversación con el vecino, que había salido de su invernadero, y la lluvia empezaba a ser cada vez más intensa. Mi primer pensamiento fue "vámonos, que nos estamos mojando", pero de repente, empecé a sentirme muy bien. El hecho de estar en ese camino sin asfaltar (todo un logro), cercano a casa, oler la tierra mojada, con los ladridos de los perros de fondo, mientras mi vecino Manolo decía a mi padre que si le podía hacer a su padre un apero de esparto...no sé. Sentí que ese tipo de familiaridad, de ruralismo, de cotidianidad, de vecindad no deben perderse nunca y da un poco de pena que pasemos los días sin reparar en la importancia de esos detalles. Es de locos el ritmo de vida que llevamos, también el ritmo con que nos sentimos un poco obligados a vivir la Navidad...es cierto, pero sin ella, yo no hubiera sentido esto que he intentado explicar.

En definitiva, la otra esencia de la Navidad _no la que me venden_ , poner el nacimiento y sentir antes el olor a tierra mojada, andar por un camino que está tan cerca y parecía estar tan lejos, pensar en una persona especial para ti y desearle un buen año, mirar las figuras del portal de Belén y quedarte pillada con las luces blancas...Terminar de montarlo y colocar la estrella, la guía, abrir un regalo el día de Reyes...¡Es precioso!

No sé si sois amantes o detractores de la Navidad, y precisamente por eso os trasmito mi mejores deseos; a los que no os gusta la Navidad, venid a poner el nacimiento conmigo el próximo año; a los que sí os gusta la Navidad, venid a poner el nacimiento conmigo el próximo año. Os prometo un ratico entrañable...

Os prometo que no tiene nada de particular, y precisamente por eso, es por lo que, misteriosamente, se convierte en algo especial, necesario en algunos casos, me atrevo a decir.



FELIZ NAVIDAD Y FELIZ 2010.

martes, 17 de noviembre de 2009

PARA DECIRTE "HOLA"...


Es la primera vez que te "hablo" y ni siquiera conozco tu carita (la tecnología ha sido cruel conmigo esta vez)...Sé que estás muy bien, calentita, llena de mimos y cuidados que cualquiera en tu lugar merece. Lo mereces, has sido toda una campeona. Como tu madre. Igualita.

No necesito conocerte para sentir amor por ti. Te imagino con tus grandes ojos, y tu pelito negro azulado, y tus ganas de vivir, de engancharte a la vida...esa vida que durante unos meses (los pediatras modernos dicen que sólo 6, mi madre dice que hasta que el bebé quiera) te vendrá del blanco líquido que emanará de la mujer que te ha llevado durante nueve meses en su vientre. Una conexión, un lazo....inquebrantables.

La última vez que estuve contigo hiciste acto de presencia con un movimiento de ¿rodilla?, ¿codo?, no sé, dentro de la barriguita de tu mami, y, en ese momento, sólo podía pensar en una cosa: IMPRESIONANTE.

Me parece igual de impresionante que hayas sido tan fuerte a la hora de nacer, y que hayas decidido agarrarte a la vida desde el minuto cero.

Espero desde aquí _impaciente_ verte pronto, y tenerte un segundo entre mis brazos, y darte un beso de magdalena en cuanto te vea, y olerte, porque ¡qué ricura!

Un diecisiete de noviembre cualquiera que no es un diecisiete de noviembre cualquiera, porque a partir de ahora, el mar de Águilas _siempre en mi recuerdo_ se levantará cada mañana más empapado de ti que nunca, teñido de luz, teñido de ti, y las flores te recibirán cada mañana para que, gotita a gotita, les des la vida que es de agua, que es de ti, "Rocío".

martes, 27 de octubre de 2009

ME ENCAAAANTA, DISFRUTO...


Me encaaaanta, disfruto:

-Riéndome contigo, con vosotros, con todos...

-Comiendo patatas fritas de bolsa, tortilla crudita de patatas, boquerones fritos de un día para otro_cualquier comida de un día para otro, creo que nací para pobre_ queso, ummm!! del curado, y si pica mejor, y otros alimentos...pero no chocolate, eso es para ti, porque...YO SOY MÁS DE SALADO.

-Escribiendo aquí o en otros rincones donde os encuentro, cada día que me paso por este ciberespacio.

-Subrayando cosas que leo y me gustan.

-Escuchando mi música, o tu música, o esa música que me recuerda un momento bueno. Me encanta la banda sonora de Pequeña Miss Sunshine, ella me encanta. Me siento muy unida a ese personaje. ¡Qué tontería!

-Creando cosas: pendientes, abalorios, un cuadro, un cacharro para guardar los pendientes (el próximo para ti, Sole), uff! Disfruto inventando cosicas...

-Cuando acabo las clases y pienso: ¡Ha sido un buen día! Me ha costado, pero por fin lo digo más frecuente...

-Riéndome con los niños (a veces de ellos sin que lo sepan), en un determinado momento en clase. Explotando mi vena histriónica. Sí, aún no ha aparecido el cazatalentos que me lleve al estrellato...no pierdo la esperanza.

-Bailando, me encaannta bailar, me superencanta.

-Quitando el plastiquillo de los relojes, móviles, pantallas sensibles de los aparatitos nuevos...JE,JE, y también explotando las bolitas de los protectores de plástico...sé que tú también...Empiezas y no puedes parar...

-Desde hace dos años y pico, ¡haciendo deporte! Gracias Mari, puede que nunca leas esto, pero te di las gracias antes de venirme y como tú ninguna...¡¡¡vivan los ochenta!!!

-Pensando en qué voy a escribir la próxima vez.

En realidad, disfruto con muchas más cosas pero ahora quiero saber con qué disfrutas tú, y tú, y tú...

lunes, 12 de octubre de 2009

UN REGALO EN FORMA DE PALABRAS...


No sé explicarte lo que nos ha unido. Puede ser la casualidad, los amigos comunes o simplemente la vida. El caso es que sigues presente en mis minutos, mis días,...mi día a día. Igual que ayer, y espero que igual que siempre...

Has cumplido un año más, "un año más, un año menos"...dice Vetusta. Y aquí va mi pequeño regalo, en forma de palabras...

No siempre fui sincera contigo, y, sin embargo, nunca te mentí. Simplemente dejé que me conocieras casi sin hablar_más bien casi sin dejar de reír_pero tú lo entendiste. Me aceptaste en tu vida y me abriste las puertas de tu casa cuando dije que estaba harta de estar sola.

Pero no sólo eso, me preguntabas qué tal el día _algo tan sencillo_cuando llegaba a casa. Y seguíamos hablando en el ratico de la infusión. Otros días, venía la pareja más graciosa de Águilas a comer a casa; los ¿jueves? íbamos nosotros a la casa de la pareja más graciosa de Águilas...como las familias de verdad...en el fondo lo éramos. O lo somos, aunque hayamos dejado a un lado (circunstancias de la vida) esas costumbres.

Hoy, un día después de que cumplas,simplemente te dedico esto. No es nada, lo sé. Pero son palabras desde dentro. Así me expreso mejor. Lo sabes.

Quiero que sepas que te quiero desde aquí. Y que me encanta decirte que sé que has venido a mi vida para quedarte. Quiero que sepas que estoy muy orgullosa de ti, y que eres muy fuerte. Lo has demostrado. Un libra puro no podía ser menos. Por eso simplemente quiero decirte "FELICIDADES" y "una cosica más" (que diría un aguileño): MUCHAS GRACIAS.

miércoles, 17 de junio de 2009

UN DESCUIDO...


El olor era tan familiar...delante de la casa las mujeres reían y gritaban sus conversaciones mientras enjuagaban las tripas con sal, vinagre y limón. Frío, mucho frío. Los hombres charlaban en el almacén en torno a una mesa de madera desgastada, tan desgastada como la costumbre de esos rituales...repetidos tantas veces, y contaban historias, y bebían anís. La gran caldera olía a sangre cocida. Las abuelas daban vueltas a las cebollas para clavar sus afilados cuchillos, las desmenuzaban al compás de sus lágrimas, que no eran de dolor.



Detrás de los corrales, unos niños jugando a ser mayores con la máquina. Fue un despiste, sin más.



-Déjame a mí, ya llevas mucho rato -dijo Ángela mientras retiraba la mano de su prima de la manivela.



Empezó a girarla emulando a los mayores,...fue un descuido, sin más.



El viento jugaba con sus cabellos, la tierra hacía de parche en las perneras del pantalón del pequeño Manuel.



-¿Qué hacéis? Yo también quiero jugar...dejadme probar -mientras se acercaba corriendo.



La niña siguió dando vueltas a la manivela. "La tarara sí, la tarara no, la tarara..." cantaban mientras el sol empezaba a bajar la guardia.



Todo parecía estar sincronizado. La sincronía fue tal, que en la enésima vuelta un grito ensordecedor salió del pequeño Manuel.



Las mujeres se limpiaron las manos rápidamente en los delantales de cuadros; los hombres se levantaron con estupor; los niños...los niños simplemente habían enmudecido; Angelita paró, la manivela paró, incluso su corazón pareció detenerse unos segundos.



-¿Qué has hecho? -le espetó su madre.



En un instante todos se arremolinaron alrededor del niño, que no paraba de llorar.



-Mi dedo, mamá ¡me duele!

-¡La cuchilla! -dijo la señora del pañuelo negro en la cabeza.



Le envolvieron la mano con un delantal, lo cogieron en brazos y se lo llevaron. Angelita asistió perpleja a la actuación...y, de repente, las voces se iban alejando en dirección al encalado cortijo. Miró al cielo entre lágrimas y sollozos, en medio segundo, el sol también la abandonaba y se refugiaba en la montaña. Sola.



Corrió a refugiarse en el pajar. Y allí, estuvo llorando sin consuelo durante más de dos horas. Sola. Fue un descuido. No podía creer que hubiera sido capaz de dejarlo sin dedo...pero, fue un descuido. Lloraba, lloraba y se repetía a sí misma que lo había hecho sin querer...sin querer. Ella no quería hacerle daño a su primito.



No ha olvidado aquel oscuro día, ni la sensación de abandono que experimentó por primera vez en su vida, siendo, como Manuel, una niña inocente que había cometido un error.
¿O fueron los demás? Las risueñas mujeres que lavaban las tripas, los fortachones hombres de sonrojadas mejillas, las abuelas lloronas picadoras de cebolla...Nunca encontró esa respuesta, sólo que hoy, con 59 años, cada vez que cuenta esa historia, no puede evitar sentirse culpable y, siempre, siempre, se le escapan un par de lágrimas...¿será por la cebolla?...






lunes, 25 de mayo de 2009

EL PRINCIPIO ES AZUL





There must be an angel

playing with my heart

El principio. El regreso es también el principio. Nuevas sensaciones, nuevos alumnos, nuevas rutinas. Hay pocas verdades en la vida y una de ellas es que vivimos a fuerza de rutina...y la rutina siempre es necesaria. Incluso cambiar de rutina es vital. Lo haré dentro de poco. Definitivamente. He pasado de ser provisional a ser definitiva. Los docentes sabéis lo que digo.


Avanzar, empezar, comenzar a tener una vida despreocupada de la maleta, de los juegos de llaves, de los alquileres...muchos también sabéis de qué estoy hablando...sentirme de alguna parte, de mi sitio de una vez por todas sin dejar de lado los demás sitios de los que también soy. O no. Pero sí estoy y estaré de alguna forma, aunque me vaya...


¿Por qué es azul? No es mi color. Pero sí es mi color. Lo sabes...


El azul de la tranquilidad cuando miro hacia arriba, el azul de mi compañero de viaje mar a mi izquierda los viernes, a mi derecha los lunes, bien temprano. Muchos amaneceres de naranja, de fresa,...de azul cuando llego al destino...al trabajo.

Azul es el silencio frente a ti, junto a ti, contigo. Azul es tu mirada aunque no sea azul. Si fuera azul no sería tan increíble. No sería mía, si fuera azul. Tú eres azul.


Es azul mi deseo de volver, de comenzar una etapa, mi deseo de estar junto a todos, de ver crecer a los más pequeños...azul será mi nueva rutina, porque azul es el color de la vida que comienza, que comienzo -con vosotros- de otra manera...


Azul es el color del mar que he visto cada día, mar vecino de mi hogar, mar que ha sido mi hogar, mar de Águilas lleno de gente azul. Clara, transparente, definitiva en mi vida. Vosotros me acompañáis en mi regreso...Os llevo conmigo. Lo sabéis. Además, tengo las "llaves" de Águilas. Gracias.

El principio es azul, como ese pequeño árbol, símbolo del comienzo, de nuestra forma de crecer interiormente.Un color cualquiera que no es un color cualquiera. Que me lleva a mi casa. Que me lleva hacia el principio. Porque no paramos de concluir y empezar etapas, ciclos -como el ciclo azul del agua-...no paramos de vivir...de empezar...sobrevivimos y seguimos, hacia adelante, siempre.

Me llevo el azul de Águilas, de su mar, de su gente...y empiezo en azul en Almería...

Nuestro principio es azul... Tu color.
















































martes, 19 de mayo de 2009

OCTUBRE


Somos diferentes, somos increíblemente diferentes. Todos y cada uno de nosotros. Somos así, porque somos. Reímos, mucho. Disfrutamos de cualquier momento juntos. Pero dicen que"Los verdaderos amigos los vemos en las adversidades".

La amistad está llena de tópicos, de frases hechas, de enfados y de alegrías, de desengaños,...de tristeza, a veces; de empatía...otras. Empatizamos: con los recién llegados, con los de siempre, con los que están de paso y sabemos que están de paso...con las parejas de los amigos de siempre, con los hermanos de los de siempre. Así, se crea una red infinita de personas que entran en nuestra vida.

Dicen que los amigos los eliges, y que la familia te viene dada. Otro tópico más. Cuando alguien entra en tu vida, y se crea algún vínculo...en ocasiones no lo elegimos. Hay algo -llámalo, azar, casualidad- que estalla no sabemos por qué y la amistad se crea. A veces se destruye, y a veces, se transforma. Pero no es mi intención ser pesimista.

La vida nos pone en el camino gente maravillosa, que nos ayuda a ser mejores personas. Estoy convencida de ello. En mi caso, el azar, la casualidad, -sé que tú, Celso, lo llamas "destino"- ha puesto en mi vida, desde que nací, un montón de personas nacidas en septiembre y octubre. Es decir, LIBRA.

Yo no soy de esas personas que creen en los astros, en los horóscopos, ni nada por el estilo. Pero sí he comprobado que los nacidos bajo este signo -o los que se han cruzado en mi vida, y siguen en ella- me han hecho tanto bien, que...sin creer en los horóscopos, y siendo una "escorpio" como soy, creo que soy mejor persona...

Por supuesto, no es una regla infalible, exacta. Porque las cuestiones del sentimiento no tienen ninguna ley escrita. Y, por supuesto, hay muchísimas otras personas en mi vida que no son Octubre, ni Libra y que me hacen mejor persona también. Y esto es para ellos, igualmente.

No hay un cómo, ni un cuánto, como tú dices -amiga- la amistad no es cuantitativa, sino cualitativa. Y con los años, vamos dando pasos, aprendiendo, cada día algo más, y es muy gratificante saber que los pasos, sean sobre la arena de la playa más paradisíaca, sean sobre arenas movedizas, no los damos solos.

Hay amigos, hay manos que nos dan un empujón, cuando no somos capaces de actuar; manos que nos abrazan, cuando necesitamos cariño; manos que nos "abofetean", cuando hemos sido inconscientes o hemos herido a alguien; manos que nos llevan si tenemos miedo...manos que, al final, demuestran que un empujón, un abrazo, una "bofetada" a tiempo, un paseo merecen la pena. Esas manos nos demuestran que no estamos solos. Que no estamos solos. Que no estáis solos, no estás sola, no estás solo, no estoy sola.
http://www.youtube.com/watch?v=590ljQM08H0


domingo, 3 de mayo de 2009

AMOR-O-SOS


3 de Mayo. Vuelta a Águilas, vuelta a la realidad...todo menos apetecible.

Un fin de semana diferente, cargado de música, de sensaciones, contigo.

Sabía desde Enero que esto llegaría y me hacía mucha ilusión. Compartir estos días contigo ha sido algo indescriptible.

Podría decirte mil motivos por los que me siento muy cerca de ti, y por los que te doy las gracias. Algunos parecerán incluso insignificantes ( a los dos nos gusta crudilla_la tortilla_), y, sin embargo, no lo son. Es lo que crea vínculos entre las personas, creo. Compartimos muchas cosas: gustos musicales, sentido del humor, edad, -sí, que eres del 78, acéptalo- y así, podría decirte mil hasta mañana, y las que nos quedan por descubrir. Pero voy a ser más breve.

Sólo quiero hacerte este pequeño guiño desde aquí, y decirte que he aprendido mucho estos dos días. De ti, de tu gente, con la que me he sentido muy bien, y -tengo que decirlo- también de mí. Gracias, porque me resulta muy fácil hablarte de mí, porque es como si te conociera desde siempre, porque he disfrutado como hacía tiempo escuchando música en vivo, porque he tenido sensaciones muy buenas estando ahí... por todo. GRACIAS.

Apareciste hace poco en mi vida, y espero que hayas venido para quedarte....es más, como se te ocurra marcharte...yo....¡TE RETO!

Ella también nos ha unido...que lo disfrutes.http://www.youtube.com/watch?v=bhPh6ou8Kbk

jueves, 16 de abril de 2009

EN LAS PEQUEÑAS COSAS


La vida se compone de pequeños momentos, instantes o segundos que te hacen dar gracias por estar en ese lugar, con esa persona, disfrutando un paisaje, saboreando un plato especial...

Unos dan las gracias a Dios; otros, al cielo; otros, a la vida por permitir algo así.

Si tuviera que elegir, uno de esos momentos como el más especial, no podría elegir sólo uno.

Unas risas rodeada de amigos en la playa de Balanegra, mientras el sol se pone, la gente recoge las sombrillas y mis pies aparecen y desaparecen entre la arena.

Una noticia inesperada y buena para alguien importante para mí.

El primer " te quiero" de "alguien" que me acaricia el pelo, los hombros y me mira y me susurra esas dos palabras que hacen que mi corazón tiemble.

El sabor de un buen vino, bien bebido, junto a personas cuya risa ya no podré olvidar, y cuya risa necesito reconocer. Siempre.

Un cigarro compartido. Sin hablar, o hablando sin parar.

Aquel mms con la pequeña María, recién nacida, qué pequeña, y qué gran momento.

Un amanecer, no sé cuál, he visto muchos _porque he madrugado muchas veces en mi vida para cumplir con mis obligaciones, y otras veces, porque he trasnochado tanto, que he madrugado sin acostarme_ recuerdo aquel, apoyada en tus rodillas tras una noche de alcohol y baile universitarios, en la playa de El Zapillo. Cierra los ojos, ¿a que lo puedes visualizar como si fuera hoy?...

Nadie debería morir sin ver un amanecer, o sin saber lo importante que es ver despertar al sol, que a pesar de todo, sigue saliendo cada día...

Estambul, atardecer sobre el puente, las mezquitas y el cielo cromático, indescriptible. ¿Lo recordáis?

Un momento, un instante. Aquí y ahora; allí y ayer; mañana, donde sea. Ya estoy impaciente por vivir el próximo " momento".

Ya lo dijeron los sabios "CARPE DIEM". Amén.

Dar valor a cualquier cosa que pueda hacerte sentir bien.

A esa canción, que, por cualquier extraño motivo, no puedes dejar de escuchar...y te hace feliz. Por un momento.

Dar valor a las pequeñas cosas de la vida y vivirla cada segundo _me lo enseñaste tú_ no quiero que lo olvides.

Dar valor a cada sonrisa, valiosa como lo que más, el valor de la sonrisa _te lo enseñé yo_ no voy a olvidarlo nunca.

Dar valor a lo que se ha ido, porque valorarlo es hacer que no se vaya nunca...es atraerlo hacia ti para siempre...

Vivir es llenar la vida de pequeñas cosas, vivir está lleno de pequeños momentos que merezcan la pena. Búscalos, están ahí. Siempre están ahí, en la cosa más insignificante.


¿APROVECHAS EL MOMENTO?



lunes, 30 de marzo de 2009

¿CREES EN LOS ÁNGELES?


Sábado por la mañana. Finales de Abril. La madre entró en la habitación, como siempre, y sin levantar la persiana, entre el tenue claroscuro del día, se acercó a la cama y acarició la frente de la niña, que, perezosa y somnolienta, entreabría con esfuerzo sus grandes ojos verdes.

-Vamos, cielo, es hora de levantarse.

-Mmm, qué sueño, mami.

La madre le sonrió y tomó tiernamente su pequeña manecita y la sostuvo unos minutos en el aire. Amorosamente, recorrió cada uno de los tiernos deditos con su palma, entre las luces y las sombras que entraban por la ventana, y el sonido envolvente de las olas del mar a escasos metros.

-Mami, ¿tú crees en los ángeles?

-Sí, cielo.

-¿Alguna vez has visto alguno?

-Sí- dijo la madre sin titubeos.

-¿Es verdad que pueden volar?

-Los ángeles tienen alas, y hacen volar a quienes aman, y los protegen y cuidan. Los ángeles vuelan, mi cielo.

-Y...el ángel que tú viste...¿te hizo volar?

-Sí...muchísimas veces-dijo la madre con los ojos más húmedos que cuando entró en la habitación.

-¿Lo sigues viendo?

-Sí, cariño, todos los días.

-¿Dónde?, mami, ¿dónde está?- preguntó la niña inquieta dando un bote e incorpórandose mientras sus ojos se abrían llenos de sorpresa.

-En tus ojos...

-¿Lo querías mucho?

-Lo quiero, lo querré siempre, siempre de todos los siempres...

-¿Cómo se llama?

La madre abrazó a la niña y le dio un beso en la mejilla, y casi sin poder contener las lágrimas le dijo:

-Como tú...


A TODOS LOS QUE CREÉIS EN LOS ÁNGELES; A TODOS LOS QUE SOIS ÁNGELES, LO SEPÁIS O NO; A TODOS LOS QUE HABÉIS SENTIDO ALGUNA VEZ LA PRESENCIA DE UN ÁNGEL EN VUESTRA VIDA...

jueves, 26 de marzo de 2009

Bajo el signo del agua


Hace pocos días vi en televisión una entrevista al líder de un viejo grupo musical que vuelve con disco nuevo (en estos tiempos que corren), y al preguntarle el porqué del título del disco(El reino del agua), contestó algo así como que cualquier asunto que tenga que ver con los sentimientos del hombre, surge entre humedales.

El agua está presente en nuestras vidas más de lo que creemos. Las lágrimas son de agua, los besos de amante, y la entrega de nuestra alma al ser que más queremos, también se produce intercambiando fluídos, y así, el sentimiento es agua.

Voy más allá, intercambiados los fluídos, puede darse un milagro y entonces también es agua nuestro primer hogar, en el vientre materno, nos gestamos en el agua, y, a través de un lazo conductor, ese cordón de vida, obtenemos lo necesario para seguir creciendo entre humedales, dentro de alguien que asiste perpleja al increíble desarrollo de su embarazo...El cordón, una vez abandonado el hogar, se convierte en cicatriz ahí abajo, en el abdomen, y nos recuerda día a día que procedemos del agua...

En estos días tan intensos, he recibido la noticia, me gusta tanto la idea, que no puedo hacer otra cosa que dedicaros estas líneas. Vais a experimentar tantas cosas, que siento envidida, sí, pues como mujer, me gustaría algún día sentir lo que vas a sentir tú, amiga.

Asistiréis perplejos a la maravilla de la vida, a cada cambio que se produzca en ti, y no estarás sola. Estarás cada día más radiante, porque siempre pasa así, y todos querremos que llegue el día en que ese ser abandone su medio acuático, y nos muestre su cara. Lo que está claro, es que correrá por sus venas sangre de artista...

Me voy, pero me quedo aquí porque quiero ser testigo de todo lo que estáis viviendo. Os quiero, y me voy, pero no me voy. Y lo sabéis.

Dice una canción de Travis que "El hogar está donde está el corazón"... el mío, está aquí, y me iré, pero una parte de él no se irá jamás...se quedará con vosotros para siempre...

El sentimiento es agua, del mar de Águilas...


jueves, 12 de marzo de 2009

Un corazón


Somos fuertes porque nuestro corazón lo es. Late, se acelera, duerme, se relaja pero siempre está viviendo. Ni tú ni nadie puede existir sin él. A veces late demasiado deprisa, y eso, es señal de alegría. Otras, demasiado deprisa es igual a nerviosismo, a dolor, a mil cosas.

El tuyo es muy fuerte, ya lo has demostrado muchas veces, eres el espejo en el que me miro, ahora más que nunca, y, sin duda, el espejo en el que me seguiré mirando mientras mi corazón siga latiendo.

En algunas ocasiones, no he querido reconocerlo, y he mostrado una pseudorebeldía eventual que quienes me conocen adivinarán es sólo ficticia. Pero, conforme pasa el tiempo, me doy más cuenta de que todo lo que me dices es porque sí, porque lo sabes, y quieres lo mejor para mí.

Me has dado la vida, y me has cuidado a tu manera, hay un vínculo imposible de romper...Eres la persona más fuerte que conozco, te quiero, también a mi manera, porque somos así, para qué negarlo... y estas cosas no siempre se dicen, o a lo mejor, no hace falta hacerlo, lo sabemos y ya está.

Tú me diste la vida, y me has enseñado que ante todo hay que seguir, siempre, luchando, entreteniéndose con mil cosas para no caer en la desesperación cuando hay algún problema; tú siempre lo haces, eres mi Helena de Troya.

Tú no me diste la vida, y me has enseñado que hay que luchar hasta el último día de la misma manera. Tú lo hiciste, y sé que sigues luchando por los que están aquí, desde ahí arriba. Por eso a ti te quiero dar las gracias por lo que me has enseñado, ojalá estuvieras aquí, y me pudieras seguir enseñando a caminar por este mundo tú también...a mí, a todos los demás. Aunque sé que me estás sonriendo desde ahí arriba. Siempre lo hiciste cuando estabas con nosotros.

Gracias a las dos, y otros miles de ejemplos de mujeres luchadoras.

Os doy mi corazón...