LA GENTE TIENE MIEDO A ENVEJECER...
Últimamente por ciertas casualidades estoy reflexionando sin querer sobre lo que es ser abuel@. Ha caído en mis manos _porque (como los amigos)hay libros que buscas y otros que, como éste, te llegan sin buscarlos_ "La sonrisa etrusca"; una novela tierna y fresca, atemporal y llena de dulzura que narra las inquietudes y los aprendizajes de un viejo campesino enfermo que descubre en su nieto una nueva forma de entender el mundo y su vida, desarrolla un instinto casi obsesivo de protección hacia su pequeño y hace de ello su gran secreto. Así es. Dicen que los abuelos hacen con los nietos lo que con sus hijos no han podido, o no han sabido. En la última etapa de la vida, tienen ellos más tiempo, y menos sus hijos. No es de extrañar que hoy día, los parques se llenen de abuelos y abuelas que cuidan de sus nietos mientras sus hijos trabajan...
Cada día soy más consciente de la suerte que tengo al decir que mis dos abuelas siguen vivas (con 90 y 92 años, respectivamente). De hecho, la de 90 tuvo incluso hasta una superfiesta sorpresa. ¡90 años de vivencias marcadas en cada arruga de su piel! Casi un siglo de vida y de sacrificio...Memorias de la guerra, del franquismo, de la soledad, del campo y del pastoreo, de siembras, de recolectas...TODA UNA VIDA.
Últimamente por ciertas casualidades estoy reflexionando sin querer sobre lo que es ser abuel@. Ha caído en mis manos _porque (como los amigos)hay libros que buscas y otros que, como éste, te llegan sin buscarlos_ "La sonrisa etrusca"; una novela tierna y fresca, atemporal y llena de dulzura que narra las inquietudes y los aprendizajes de un viejo campesino enfermo que descubre en su nieto una nueva forma de entender el mundo y su vida, desarrolla un instinto casi obsesivo de protección hacia su pequeño y hace de ello su gran secreto. Así es. Dicen que los abuelos hacen con los nietos lo que con sus hijos no han podido, o no han sabido. En la última etapa de la vida, tienen ellos más tiempo, y menos sus hijos. No es de extrañar que hoy día, los parques se llenen de abuelos y abuelas que cuidan de sus nietos mientras sus hijos trabajan...
Cada día soy más consciente de la suerte que tengo al decir que mis dos abuelas siguen vivas (con 90 y 92 años, respectivamente). De hecho, la de 90 tuvo incluso hasta una superfiesta sorpresa. ¡90 años de vivencias marcadas en cada arruga de su piel! Casi un siglo de vida y de sacrificio...Memorias de la guerra, del franquismo, de la soledad, del campo y del pastoreo, de siembras, de recolectas...TODA UNA VIDA.
A veces he sentido el impulso de ser mamá. Supongo que ese instinto aparece tarde o temprano en todas, o no...en mí, al menos, sí. Cuando veo a mi padre, henchido de júbilo cada vez que la niña de la vecina le da un beso, o le dice "Pepe" a media lengua; cuando veo a mi padre cogiéndola en brazos, pendiente de ella, jugando con ella_algo inusual en él incluso con sus propios hijos, cosas de hombres_ me pregunto qué será lo que sentirá cuando una pequeña criatura carne de su carne, le diga un día "abuelo"...a media lengua. Esto no se puede explicar con palabras. Ahora tiene tiempo para ser abuelo, aunque sea de la niña de la vecina...
Cuando veo a mi madre, llamándola, besándola, haciéndole un delantal con motivos de Navidad, dejándole cacharros para que juegue a las cocinitas en el patio, enseñándole los pájaros, las tortugas...haciendo cosas de abuela, nonna, lo propio de su edad.
El miedo a envejecer es entendible, si y solo si, no tienes cómo vivir lo propio de cada etapa. Cada cual es libre de vivir cada segundo a su manera. Yo lo hago a la mía, pero hay cosas que espero vivir como todo el mundo, y hacérselas vivir también como todo el mundo a ellos...nonni
LA GENTE TIENE MIEDO A ENVEJECER, A MÍ ME ENCANTAN LAS MANOS DE MIS ABUELAS, HABLAN POR SÍ SOLAS...